Se trata de una casa unifamiliar, con una planta de proporciones más bien estrechas, se buscó lucir de espacios más amplios uniendo la cocina y el comedor, ligeramente separados por un cristal, permitiendo la continuidad visual.
Este es el ejemplo perfecto para demostrar que unos muebles oscuros no tienen por qué oscurecer un espacio, solo hay que equilibrar la luz con el resto de elementos.
Distribución de cocina en L, y un espacio para una amplia y cómoda barra que hace a su vez de separación con el salón.